SI PITÁGORAS LEVANTASE
LA CABEZA
Finalista Concurso Microrrelatos Biblioteca de Godella (Valencia)
“¿Habéis
oído lo que se dice?”.
Se forma un revoloteo de enaguas ennegrecidas y cestas de mimbre
llenas de verduras, pollos y demás viandas que se aproximan desde
los tenderetes cercanos. La mujer que destripa arenques, arroja
cabezas sanguinolentas al suelo mirando a la alcahueta; un hombre que
cose sandalias, levanta la cabeza y ve a los convecinos que husmean
asomándose a las ventanas por las que escapan olores a grasa de
cordero y col.
La correveidile, diana de todas las miradas, prosigue: “Jorge Juan
y Santacilia, acaba de venir de las Américas, y asegura...que la
tierra no es redonda”.
Y dieron en el pleno de tan plexo ombligo cuando con vientos de empuje a la sombra regresaron por dónde no habían ido; por lo tanto, sin saberlo, aún trazando un círculo fue para ellos pan bendito haber asomado unas cañas, y no de azúcar de Motril, a la borda por estribor o por babor elegante cuando en un arranque adecuado uno dijo que ya tenían para cocido. Un pescado enorme, largo como de espada en filo dio para tanto festín que incluso a las sobras el cocinero puso caldo para otros tantos días. Fumé por ser hijo de navegantes francos y sopa boba por luso e iluso que su madre lo embarco en tan inútil travesía solo y consentido.
ResponderEliminarLo malo de llevar a bordo un cura de viaje es que les mete en las cabezas tantas tonterías que aún observando por el sextante la declinación terrestre y de los astros él seguía pensando que era más importante su confesión que la importancia empírica o tolemaica.
Y llegaron a la boca de ría y antes que a Bouzas vieron las Islas Ficas diciendo aquello el Pinzón tomamos tierra pronto, en menos que canta un gallo. Y atracaron.
La lonja como todas las madrugadas harta de pescantinas ya acarreaban sobre sus testas las cestas de venta del día...
Son coincidencias de cuando aquellos navegantes que llegaron sorprendentemente sin avisar se encontraron con que el mundo es cíclico.
[Un micro estupendo, con mucha enjundia y del que se pueden aprovechar pleamares y otras cosas]
Saludos náuticos, cómo aquellos zapatos de antaño :)´
Hola, ¿Que tal estás? Estoy sorprendida. Lo último que esperaba era uno de tus estupendos comentarios; pero, bienvenida sea esa imaginación desbordante tuya, y esas letras que tan interesantemente acostumbras a mezclar.
Eliminar¿Sabes? tu despedida me ha recordado a mi primer novio formal; siempre usaba náuticos: para ir al cine, para pasear, para ir de compras y a la oficina; sin embargo, siempre que íbamos a la playa, dejaba los náuticos en casa y cargaba la maleta con pares y pares de deportivas. En fin...nuestro amor duró sólo tres veranos.
Muchas gracias y un saludo.
Y por aquél entonces ya estaba la tatarabuela de la vieja l´visillo empezando sus andanzas: "no cuentes na..., que ya si eso, lo cuento yo"
ResponderEliminarEres muuuu buena jomiia!
Llegará el siglo XXX, los coches volarán (por fin; yo esperaba que lo harían en el año 2000), comeremos pastillitas proteínicas y nos reproduciremos telepáticamente; pero la vieja del visillo persistirá para seguir engordando la cultura general de los curiosos patológicos. ¡Son inmortales!
EliminarBueno, Maria José, pues ya somos dos "muuuu buenas" paseando por el mundo. Gracias y, como siempre, un beso.