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jueves, 10 de septiembre de 2015


SEPTIEMBRE VERSUS SEPTIEMBRE

   
      Pues sí, al fin he logrado desempolvar mi cerebro de los últimos granos de arena de playa que lo bloqueaban. Ahora, sólo me queda engrasarlo, regándolo con un buen chorro de aceite de oliva en las ensaladas que he tenido olvidadas durante todo el verano, y que hoy mismo vuelven en nuestra puntual cita de cada final de vacaciones. Así que, calculo que, en dos o tres días, los engranajes de mi intelecto quedarán lubricados y listos para volver a mezclar letras con sentido, igual que antes, para que no os aburran demasiado.
      Hoy, tengo poco más que contaros. Si acaso, que septiembre me vuelve loca con su doble cara: una que es mala, malísima; y otra (si la sabes ver) que es buena, buenísima.
      Os preguntaréis que tiene de bueno volver a la rutina ¿no?; o sea, cambiar el mar o la montaña por el triste metro cuadrado de plato de ducha; reducir en un 70% la ingesta de cerveza en terrazas de moda; rescatar del doble fondo del armario, tocándola sólo con dos dedos porque aún hace sol y da un poco repelús, la tonelada de ropa del otoño pasado (total, para no volver a usarla porque, algo en nuestro interior...bueno, y en nuestro exterior también...nos dice que no cabremos en ella); esconder el bronceado que tanto sudor nos ha costado conseguir, bajo las rebecas que hay que empezar a usar ya mismo; volver a sobresaltarnos a las seis de la mañana con la melodía que teníamos olvidada del despertador; mirar de reojo a la bicicleta elíptica a la que llevamos ignorando durante 31 días, y con la que vamos a hacer las paces, si, pero justo hasta antes de que comiencen las navidades.
      De verdad, no es tan difícil; concentraos un poco y veréis, como yo lo veo, todo lo que tiene de bueno el mes de septiembre.
      Todos conmigo: inspirar...espirar...inspirar...espirar... poco a poco, sentiréis que vuestro colesterol vuelve a la normalidad ...inspirar...espirar... vuestras cinturas vuelven a recuperar la medida que tenían antes del desmelene ...inspirar...espirar... vuelve la noción del tiempo que habíamos perdido tras semanas de desayunar a la hora de merendar y cenar a la de desayunar ...inspirar...espirar... volvemos a tutearnos con los compañeros “buenos” del curro, y a intentar putear a los “malos” al igual que ellos a nosotros ...inspirar...espirar... a charlar con la cajera, que es muy simpática, del turno de tarde del mercadona ...inspirar...espirar... se desestresarán nuestros monederos, después de la larga temporada entrando y saliendo del bolso unas trescientas veces al día para pagar botellas de agua a tres euros, menús del día a veinte, gorrillas que te aparcan el coche a dos... y etc, etc, etc...
      ¿Qué? ¿Vais notando ya el recóndito atractivo que tiene el mes de septiembre? Seguro que sí. Feliz futuro otoño a tod@s.



4 comentarios:

  1. Otoño preludio de frío estío deja tiritando bolsos y monederos aún no siendo errejoneadores o tesis del cuerpo hay otras cuestas por subir.
    Septiembre contra setiembre que siendo lo que fue pierna perdida se ampara ante te y todo; yo prefiero boedromión que vino primero allá de donde nuestra cultura bebió más de la cuenta o por la misma que nos trae se deben poner a enfriar ésas de las que el invierno se ocupe. Pero aún queda largo trecho, aún estamos llegando al intercambiador de la próxima estación. Pronto, es pronto o por Robledo de ocho en vela ya vamos llegando donde ella; esa tierra que derrubios y aluviones se nos vino encima el día que la vimos algo seca pero acogedora. Eso debieron pensar aquellos cortesanos cuando saliendo del yugo antes impuesto y no teniendo dónde expandirse vieron que en aquel escorial había tanta piedra y roca dura como para construir el futuro hundiendo al pueblo
    y gozando así de espléndida silla para divisar la obra. Casi todos canteros galaicos. Seguro.

    Hay vida más allá de ese cinturón de asteroides y de la bicicleta estática que quieta nos mira con ojos inquieta aburrida entre esquinas pacientemente avizor su pedal externo.
    Hay vida más allá de la terraza o azotea de moda que estando ubicada en lo más alto cambia de nombra y se asoma al lejano horizonte. Contempla muda cuántas conversas se han ido disparatando con los dimes y diretes pasajeros; chismes recoletos, vacuos inyectos de molestos veniales Gintonics , gincanas y ginkás que aliviando el interés de gimnasios para expertos deambulan demandas de yogui. Gin fonético hipocorístico del Jaimito gamberro que tanto nos costó alcanzar en base a las horas de sol y protector del mejor de los guardaespaldas sin fuerzas.
    Llegan laboralmente nubarrones rutinarios en oficinas y despachos a los que se alcanza en viajes de sinesfuerzum subiendo o bajando; ascensor lo llama el vulgo. Las vacaciones estivales son como un plato único del día donde el conjunto alimenticio forma bolo completo que no tienen horas ni medidas; intersección matemática amparada en el sueño
    de unas noches de verano. Todo junto. A discreción.
    Moraleja:
    Todo doble fondo de armario sin poner es ambigüedad pasada de moda que necesita mantenimiento para evitar pérdidas de aceite y lubricar piezas agarrotadas de tanto calor. Un buen engrase a fondo nos preparan para el regreso de siempre.
    Conclusión:
    Inspira musa que araña suspira ante puentes descansando a su sombra bonancible…es principio de tolerancia

    Saludos :)´

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  2. Hola, señor elocuente que se hace llamar d:D´.
    No sabes cómo me alegran tus visitas. Por cierto, hablando del boedromión, yo debí haber nacido en Atenas; me encanta su historia (vivo en un ático, y no por casualidad, con eso te lo digo todo).
    Muchas gracias por tu visita, por tu comentario de escándalo y por diseccionar mis relatos para sacarles toda su miga.
    Un saludo.

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  3. Me has hecho el día, me encanta leer cosas así, sigue adelante

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  4. Hola, Javier. Gracias por pasar buenos ratos leyéndome. Intentaré seguir adelante, como dices, aunque a veces intercale relatos divertidos, como éste, con otros un poco más sentimentales. Un saludo, y gracias de nuevo.

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